El duro oficio del escritor creativo
Me
he dado cuenta de que el oficio de un escritor es complejo, difícil y suelto a
la vez, es como agarrar una nube de algodón y tratarte de agarrarte a ella teniendo
unos bolsillos pesados que no logramos vaciar… y caes, claro. La inercia puede
más que los sueños, porque al final siempre volvemos a la realidad, sin
embargo, cuando soñamos, todo puede pasar: hombres lobos, duendes, ninfas, dríades,
bestias, animales mitológicos, sirenas y mucho más. Indiferentemente de
nuestras criaturas favoritas, seguimos un patrón, unas reglas de juego mentales
que deben coincidir con todo lo que sucede en la historia. Nos marcamos un
final, una línea de tiempo y unos personajes con una misión importante que debe
cumplir para lograr establecer el equilibrio de la historia, para poder la
reinar la paz en el mundo que se ha creado.
Escribir
implica desahogar ideas inconexas sobre personajes que viven en las nubes de
algodón, en los chocolates que dan dulces sueños y que viven del dinero que se
roba el ratón Pérez. Se trata de escribir algo tan loco y hacer que suene correcto y
necesario, que tenga el sentido que haga falta para que pueda ser compartido
por los demás, pero eso sí, evitando a toda costa que sea más loco que el
sombrerero loco de Alicia en su país de las maravillas, a menos que busques
efectivamente llamar la atención.
Todos
tenemos nuestra propia versión del universo, nuestro propio lenguaje, nuestros
propios sueños, pero sabemos que por original que sea, es aburrido no
compartirlo. Queremos que los demás se entusiasmen con la misma energía que uno lo haría cada vez que recuerda el
baño a la luz de luna de la sirena perdida o de los saltos de los Bisontes en
la llanura africana o del recuerdo del canto de las dríades del bosque y los
acertijos de las esfinges. Aunque parezca prácticamente imposible que haya un
Bisonte en África, nuestra originalidad o creatividad no tiene fines y eso nos
permite imaginar un sinfín de posibilidades que podemos plasmar en palabras
para dejar al menos una pequeña huella de lo que somos o de lo que podríamos
ser si el mundo no fuera tan redondo.
Y,
para terminar mi idea, quería completarla compartiéndoles el discurso completo
del Novelista Patrick Modiano que hizo cuando le dieron su premio nobel de
literatura en el 2014, un discurso que a mi parecer merece ser leído por todo
mortal o al menos por aquellos que nos dedicamos al oficio de escribir:
Espero
que compartan sus opiniones sobre el discurso,
¡Nos
vemos el otro jueves!
PD. Si tienen un minuto para responderme una pequeña encuesta se los agradecería un montón: https://goo.gl/forms/5o08ieDllzYJgZj33 😊
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