Tip para una mente en blanco
¿No
sabes qué escribir o cómo empezar una historia? Las ideas están en todas
partes, te rodean, sólo tienes que dejar que la mente fluya ya sea estés
dormido o soñando despierto. Muchos autores noveles e incluso artistas
plásticos se basan en lo que sueñan para contar una historia, cuentan lo que
vieron en sus sueños, o bien lo usan como punto de partida o como un sueño de
algún personaje. Esa es una estupenda idea para crear historias cuando no sabes
por dónde empezar; también, puedes hacer un pequeño ejercicio mientras estás
despierto, usa tu imaginación con las cosas que tienes alrededor, libera tus
preocupaciones y empieza a distorsionar tu realidad, relájate, concéntrate y
piensa en cosas como: tu cama, tus ventanas, tu vista, la ropa, el piso,
cualquier cosa, ahora imagínatelo como si fueran de otra persona, otro dueño,
¿cómo serían?, ¿de qué color serían? Ahora imagínate una escena que se
desarrolle allí, un asesinato, una pelea, un foro, una conversación sincera,
una persona cantando o tocando algún instrumento y así vas armando ideas,
preguntándote por qué hace esas cosas o quién es y por qué le sucedieron tales
situaciones.
Leer historias del mismo género
al cual deseas dedicarte también influye muchísimo, a mi particularmente me
sucede mucho que al terminar de leer un libro o un cuento, me vienen ideas a la
cabeza sobre temas que podría desarrollar partiendo de cosas que leí en la
historia. Además, puedes observar que leyendo obtienes una buena base para
saber cómo armar la historia en sí, los capítulos, la forma en que se
desarrolla la trama, la manera de formular los diálogos, entre otras cosas.
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