¿Cómo contar o añadir partes de tu vida en las historias que creas?
Hay
escritores que sólo pueden contar historias si la han vivido o bien las cosas
que cuentan han formado parte de sus vidas. Si eres de esas personas, bien por
ti, contar cosas reales se basa en la memoria prácticamente y al ser real, todo
es más creíble. Pero si no te gusta hablar de ti o de tu vida, puedes usar
aspectos cotidianos y meterlos en las historias como un detalle más.
Lo
que caracteriza más a un escritor es su creatividad, es su capacidad de
inventar cosas, sin embargo, nuestras experiencias cuentan mucho a la hora de
narrar, debido a que nos expresamos como conocemos, usamos palabras y vocablos
muy propios de nuestra cultura, independientemente de lo que escribamos, de
hecho, sólo cambia cuando nuestra obra es traducida por otra persona y en otro
idioma.
Mezclar
fantasía con realidad es muy común hoy en día, sin embargo, no es fácil
emplearlo sin caer por obviedad. Usar calles, avenidas o ciudades es sólo un
detalle más que usan miles de escritores y que lo seguirán usando; pero usar un
nombre poco común de alguien que conoces o usar un sitio poco hablado en el
mundo puede dar pie a especulaciones, no necesariamente malas, pero eso
dependerá de lo que estás dispuesto a sacrificar al presentar una novela al
público y de lo que quieres que tus lectores piensen de ti.
Siempre
puedes añadir historias que rara vez alguien recordaría que sucedió o momentos
que viviste de una manera y se interpretó de otra, o simplemente inventarte una
historia que te hubiese gustado que hubiese sucedido pero por el contrario
nunca pudo ser posible.
¡Feliz jueves!
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