Del proceso para la creación de personajes

Una de las primeras cosas que una persona visualiza antes de comenzar una historia son los personajes, sobre todo el principal. Pero el proceso para armar un personaje va mucho más allá de escoger el nombre, que ya de por sí es complicado, de hecho, pueden buscar aplicaciones como Random Names en sus teléfonos inteligentes para buscar un nombre que le quede perfecto al personaje que tienen en sus cabezas. Yo misma lo he usado aunque al final no escoja uno de esos nombres, puede que de hecho lo invente o simplemente escoja uno común que pudiera ser usado por un familiar o un vecino. Lo importante es que el nombre le haga justicia a la imagen que nos viene a la mente.

Ahora viene lo segundo que debemos crear: el físico. ¿Es alto, delgado y con la nariz puntiaguda? ¿O es gordo, bajo y con una barriga típica de cervecero? ¿Se están imaginando mis personajes, no? Se lo pueden imaginar fácilmente porque les estoy dando algo muy característico a cada uno de los ejemplos, y eso, hay que hacerlo siempre. Su deber como autores es crear un personaje factible pero que no se nos olvide, un personaje cuyo nombre lo podamos asociar con esas características. Entonces sigamos con mi ejemplo: el alto, delgado, con nariz puntiaguda se llamará Larry y el gordo, bajo y con panza, llevará por nombre Charlie.

Ya sé que puse nombres muy americanos, pero a que no se les olvida al final del post. Siguiendo con el tercer punto, debemos ahora enfocarnos en la personalidad, sus actitudes, sus miedos, sus propósitos y algo que forma parte de su historia que lo hará todo interesante.

¿Cómo hacemos esto? Bien pensemos en un joven, graduado de abogacía que desea entrar en un bufete de abogados como pasante y se muere por conocer al abogado que ha ganado la mayoría de los casos que él mismo ha estudiado en su carrera. ¿Qué personaje crees que vaya con él? ¿El alto o el bajo? Yo diría que el alto y delgado, pero tú mismo puedes darle su toque…

Ahora pensemos en un detective que lleva años resolviendo un caso y siente que por fin ha dado con la pista que dará con el culpable de un caso de asesinato que no ha podido resolver. Para colmo su mujer se ha divorciado de él porque su trabajo no lo ha dejado tener vida propia. ¿Crees que el bajo con panza le va mejor estas características no?

Bien, tenemos nuestros personajes… ¿te acuerdas de sus nombres?

Creo que sí. Entonces, tenemos los nombres, sus características físicas, sus actividades del momento que ya de por sí nos dejan entrever que la historia es policíaca, quizás de misterio o tipo thriller. ¿Qué personalidad le daríamos para tener el toque que nos haría recordar quienes son a lo largo de la historia, incluso sin tener que nombrarlos?

Bien, a Larry, el abogado, lo podríamos reflejar como un muchacho con ansias de aprender, es minucioso en lo que hace, le gusta ser reconocido por su trabajo y es muy tranquilo. Mientras que el detective, es una persona con buena vista, es preguntón y siempre busca obtener lo que está buscando. ¿Le pondrían algo más? A ver… Larry no tiene novia pero conoce a alguien en el bufete que lo hace enredarse en un problema con sus jefes, es ahí cuando se cuestiona la lealtad de sí mismo ante cosas que no deberían suceder y se pregunta si esta mujer vale la pena. Por otro lado, Charlie es un divorciado que anda amargado y frustrado porque cree que nunca resolverá el caso, pero a la vez lo quiere resolver para evitar pensar que ha perdido mucho tiempo en una vida que pudiese haber invertido en su esposa y en sí mismo.

¿Ya saben quién es Larry y Charlie? Bueno, ahora les toca hacer sus personajes.

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Mucha suerte,

Hasta el próximo jueves ☺