El punto de inflexión

Quizás el sentido coloquial de la oración es más común de lo que parece, pero puede ser que más de uno le dé un significado diferente. En términos literarios, yo le llamo como punto de inflexión al momento preciso en que el lector se siente verdaderamente atraído por la historia, razón por la cual éste decide inmediatamente no abandonar la lectura independientemente de lo que vaya a suceder en la historia. Pero el tema está en ¿cómo saber como escritor que has llegado a ese punto? No es fácil ¿verdad?, pues depende de muchos factores, para mí es ese momento en que sientes que la historia ha dado el vuelco que tanto estabas ansiando por escribir, el momento en el que te das cuenta de que la emoción de haber llegado ahí es tal, que no te deja pensar con claridad. También lo podrías ver cuando lees la historia una vez esté lista y te das cuenta que tú mismo no puedes evitar soltar el libro, aunque lo mejor en estos casos de confusión es pedirle a otros que te evalúen y te puedan decir si hay algún punto en la historia que efectivamente sea de esa manera.

¿Qué es lo que hace tan importante el punto de inflexión? Se puede decir que si sientes que la historia transcurre monótonamente o que va en círculo, repitiendo una y otra vez el mismo punto, algo está mal, a menos que quieras contar la historia de esa manera, pero para hacerlo debe haber una razón lo suficientemente buena como para narrarlo de esa manera y lo importante es que mientras lo hagas, tenga sentido y no haga que el lector se aburra. He  leído libros donde esperan prácticamente al final para dar ese vuelco que tanto estábamos esperando, lamentablemente, opino que eso impide acaparar el interés del lector, haciendo que deje la historia a la mitad. Ahora, es posible tener varios puntos de inflexiones, en mayores y menores grados, para mí son esas intrigas que van haciendo que el lector se vaya interesando cada vez más y más en la historia, pues hay más rompecabezas que armar, hay más problemas, más situaciones sin resolver o bien más añadidura a un mismo problema. Son momentos que tocan tus sentimientos y que te dejan pensando en cosas como: ¿Qué harías tú si fueses ese personaje? ¿Cuál sería la mejor manera de lograr una u otra cuestión?, esos detalles hacen que sepas más que la víctima, por lo que sólo piensas en salvarlo.

Ahora piensen en las series de televisión, cada capítulo tiene un punto y un final ¿no?, pero la historia continúa, normalmente al final de cada capítulo te dejan con una interrogante o bien con un caso resuelto como las series policíacas; así, es que se deben de construir los capítulos de una historia, sobre todo en las novelas. Pero recuerda, tú eres quien lleva la historia, por lo tanto eres el que decide cómo llevarla. 

¡Hasta el próximo jueves!

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